miércoles, 5 de noviembre de 2014

LA VESPA, 70 AÑOS QUEMANDO RUEDA.


Conducir una VESPA es montar en historia. Es subirse en leyenda. Es transportarse hacia un pasado que, al menos en nuestro recuerdo, siempre tendrá futuro. Llevar una VESPA es remontarse a una tradición. Es recordar un mito inquebrantable.
 
 
De origen italiano, aunque de reconocimiento internacional, la VESPA rompió sus fronteras territoriales pero sobre todo desafió algo más importante, el paso del tiempo. Tras 70 años desde su creación, LA VESPA continúa contoneándose por las grandes ciudades sin pasar desapercibida. Su atractiva línea capta la mirada de todos, pero sobre todo gracias a su fiel diseño original es reconocida de inmediato. Hoy, recordamos su historia.
 
 
  * Modelo : LX 125 VESPA
 
La VESPA es un símbolo de paz. Llegó en 1946, en los años de posguerra de Italia, encargada por el gran empresario ENRICO PIAGGIO al ingeniero aeronáutico CORRADION D'ASCANIO. Cuenta la leyenda que cuando Piaggio vió la creación de D'ascanio dijo "Bello, mi sembra una vespa" que significa "Qué bonita, me recuerda a una avispa". Aquí nacía un mito. Quizá este producto no era excepcional, pero la estrategia de ventas fue muy inteligente y agresiva. Un gran ejemplo de que, en ocasiones, para conseguir el éxito un buen modelo de negocio es mucho más importante que el producto en sí. Se permitía comprar a crédito en un momento en el que la economía estaba muy deprimida por lo que se convirtió en un artefacto asequible, además de cómodo y de gran utilidad. Otra de las tácticas de Piaggio fue colocar la VESPA en películas como "Vacaciones en Roma" donde Audrey Hepburn y Gregory Peck recorrían las calles de la capital italiana como si se tratase de una gran aventura. Un "product placement" que funcionó a la perfección.



Pero todo esto no hubiera servido de nada si la VESPA no hubiera evolucionando y se hubiera adaptado a los tiempos y a la sociedad. Uno de los grandes cambios fue reinventar su estética pintando la chapa con colores vivos y muy llamativos. Pasó la década de los 60 y 70, y las ventas continuaban siendo fluidas. Las campañas publicitarias jugaron un papel muy importante relacionando su producto con una imagen juvenil, fresca y divertida. Pero a su vez, con una estética elegante y sobria que se hizo hueco en "el movimiento mood" de manera que  los modernos trajeados de los 60 hicieron de la VESPA un símbolo de su flamante aspecto. Pero mientras esta imagen de venta iba evolucionando el aspecto de la VESPA ha permanecido prácticamente inalterada desde el principio. Hasta tal punto, que cualquier persona es capaz de identificarla entre otras muchas motos con un solo vistazo.


Ni si quiera su propio creador se hubiera imaginado nunca que LA VESPA se ha convertido en un objeto de culto. Protagonizando escenas de cine que ya son historia. Convirtiéndose en el título de reconocidas canciones. Inspirando a nuevas creaciones automovilísticas más de medio siglo después. Creando una imagen de movimiento alternativo. O instaurando una cultura diferente.
 
Sigue latente. Continúa presente. La VESPA de AYER, de HOY y posiblemente de SIEMPRE.

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